El 4 de Marzo de 2021 los investigadores de la Universidad de Helsinki (Finlandia) Plinio Cassaroto y Eero Castrén publican en la revista Cell un artículo llamado “Antidepressant drugs act by directly binding to TRKB neurotrophin receptors”.
En España 5 de cada 100.000 personas están diagnosticadas con depresión y la misma estadística para los casos de ansiedad. Y aun así estos datos no reflejan la realidad, ya que se estima que el número de casos debe ser muy superior. Además durante la pandemia esta situación ha empeorado, debido a la soledad, al miedo a contagiarse,...
La hipótesis más aceptada en psicología hasta la fecha es la llamada hipótesis monoaminérgica, que determina que la depresión, la ansiedad y otros trastornos similares se deben a la disminución de neurotransmisores monoaminérgicos como la serotonina, la noradrenalina y la dopamina.
Hasta ahora se creía que los antidepresivos ejercían su acción aumentando los niveles de estas monoaminas inhibiendo su recaptación o su metabolismo (degradación) y por lo tanto son el tratamiento a seguir.
Pero esto presenta varios problemas:
¿Por qué el efecto clínico tardaba semanas en aparecer si el aumento de los niveles de monoaminas se producía de forma rápida?
¿Por qué solo funcionan estos tratamientos en un pequeño porcentaje de los pacientes?
Ante la primera pregunta hay antidepresivos de efecto rápido, como la ketamina. Este efecto rápido (a diferencia de los antidepresivos de efecto lento como la fluoxetina) se asignaba a la inhibición de receptores de glutamato tipo NMDA . Pero se ha visto que algunos metabolitos de la ketamina con acción antidepresiva tienen una baja afinidad por estos receptores, así que esta teoría quedaba en entredicho.
En estudios recientes observaron que el efecto de los antidepresivos se debe al aumento de la neuroplasticidad del cerebro. Por ejemplo en ratones tratados con fluoxetina vieron que aumentaba la plasticidad neuronal en cuanto a la respuesta al miedo. Además el ratón mejoraba si además de tratarle con la fluoxetina se le daba un tratamiento psicoterápico que hacía que estuviese menos estresado ante el estímulo negativo, mientras que si no se le daba este tratamiento psicoterápico el ratón no mejoraba e incluso empeoraba.
La plasticidad neuronal es la capacidad que tiene el cerebro para cambiar su funcionamiento y su estructura para adaptarse a los cambios que ocurren en nuestro entorno.Cuando somos niños esta plasticidad es alta, pero cuando nos hacemos mayores perdemos gran parte de esta plasticidad (por eso aprendemos mucho más cuando somos mas pequeños).
Pero se desconocía la vía por la que aumentaban esta plasticidad.
Así que el siguiente paso era encontrar como hacían este efecto. En este estudio encontraron que todos los antidepresivos estudiados (tanto los de efecto lento como los de efecto rápido) se unen al receptor Trkb, que es el receptor del factor neurotrófico derivado del cerebro (BNDF). Este BNDF es clave para la neuroplasticidad del cerebro en seres humanos (y en todos los mamíferos).
En el gráfico podemos observar como el tratamiento con fluoxetina (en rojo) o ketamina (azul) aumenta los niveles de expresión del receptor Trkb con respecto a células control no tratadas (en gris).
Esto también explicaría porque en otro estudio se observó que la clase social influye sobre la eficacia del tratamiento con antidepresivos, en el cual las personas con una clase social más acomodada se recuperaban en un mayor porcentaje que las personas de clase baja, ya que estos últimos tienen estímulos más negativos y necesidades básicas sin cubrir.
Este trabajo puede abrir la puerta a futuras investigaciones que mejoren el tratamiento de estos transtornos.En España la sanidad a nivel de Salud Mental no funciona como debería, y esperemos que en los proximos años se invierta más en este apecto, y que no sea necesidario recurrir a la sanidad privada (si tienes el dinero para pagarla), y que además vaya desapareciendo el estigma social de necesitar ayuda psicológica.
Artículo: https://www.cell.com/cell/fulltext/S0092-8674(21)00077-5#%20
Otras fuentes:
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