Durante el metabolismo que ocurre en nuestras células se producen los llamados radicales libres, que son compuestos muy reactivos (ya que tienen algún electrón libre) capaces de alterar la estructura de la membrana de la célula o del ADN, causando alteraciones celulares. A este daño se le conoce como estrés oxidativo, y está implicado en el envejecimiento y en varias patologías.
Las células tienen mecanismos para neutralizar estos radicales libres, por ejemplo los enzimas catalasa o la glutation peroxidasa. Existen además antioxidantes naturales como la vitamina C o la vitamina E.
Los radicales libres más importantes son los derivados del oxígeno, y reciben el nombre de especies reactivas del oxígeno (ROS).
Por ejemplo el radical hidroxilo, que se forma tras la ruptura de la molécula de agua. Este radical es capaz de interaccionar con las bases nitrogenadas del ADN y ARN provocando mutaciones, o provocar la peroxidación de grasas dando lugar a compuestos muy dañinos para las membranas celulares.
Otros radicales libres conocidos serían el radical peroxilo, óxido nitroso, …
Como decía las últimas fases del metabolismo de los alimentos producen estos radicales libres en condiciones normales. La acción de los macrófagos y neutrófilos (dos tipos de glóbulos blancos) también produce radicales libres en su lucha contra virus y bacterias.
A parte de estas formas endógenas de producción de radicales libres, estos también pueden proceder del exterior. Un claro ejemplo es el humo del tabaco, que contiene óxidos de nitrógeno y azufre. Y la contaminación también es una fuente de radicales libres, como por ejemplo los presentes en los hidrocarburos que se encuentran en la atmósfera debido al tráfico y a la actividad industrial.
Arterioesclerosis.
Artritis reumatoide.
Ictus cerebral.
Procesos inflamatorios como pancreatitis.
Complicaciones de la diabetes.
Envejecimiento.
Cáncer.
Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas.
El estrés oxidativo acumularía daños en las células y tejidos de forma crónica con el paso de los años, causando que los diferentes sistemas y órganos vayan perdiendo su función. Incluyendo la aparición de enfermedades asociadas con la edad.
En un artículo anterior hablábamos sobre el ADN mitocondrial, y aquí tiene su importancia también. El metabolismo de los alimentos, con la ayuda del oxígeno, se produce principalmente en el interior de las mitocondrias, así que estos radicales libres se producirán en gran medida en las mitocondrias y por lo tanto el ADN más expuesto sería el ADN mitocondrial. Y de aquí surge la teoría mitocondrial del envejecimiento.
Debido a que el envejecimiento es un proceso multifactorial, en el que intervienen varios procesos, las diferentes teorías no son excluyentes, sino que se complementan, o buscan identificar la causa principal.
Se ha observado que en especies de mamíferos longevos la producción de radicales libres en la mitocondria y los daños en el ADN mitocondrial son menores, en comparación con vertebrados con una vida más corta, lo que demuestra su clara influencia en el envejecimiento.
En cuanto a la dieta también hay estudios que demuestran que al menos en animales de experimentación una restricción calórica (entendida de una forma correcta, no simplemente una menor ingesta de calorías de forma desequilibrada) puede ayudar a que vivan más años, o al menos retrasar la aparición de enfermedades asociadas con el envejecimiento y el envejecimiento prematuro. Quizás la importancia de esta restricción calórica o del ayuno intermitente esté en una menor producción de radicales libres, lo que retrasaría el daño oxidativo. Pero insisto, en humanos las investigaciones son muy escasas aún en este sentido.
- https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-influencia-los-radicales-libres-el-13034834
- https://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-geriatria-gerontologia-124-articulo-restriccion-calorica-estres-oxidativo-longevidad-S0211139X08711909
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